Eliminación del flúor para obtener agua potable

Cada alemán utiliza unos 120 litros de agua potable al día en los hogares. En Estados Unidos, la cifra es de casi 300 litros por habitante y día. Ya sea para beber y cocinar o para lavarse y tirar de la cadena, abrir el grifo y poder disponer de agua de la mejor calidad y en cantidades ilimitadas es algo natural para los habitantes de los países industrializados.

En cambio, si se observa la situación de la oferta mundial, el panorama es completamente distinto. Según UNICEF, alrededor de 2.200 millones de personas en todo el mundo no tendrán acceso permanente al agua potable en 2021.

La población de Kenia también se ve gravemente afectada por este problema. Las organizaciones locales asumen que casi la mitad de la población keniana satisface sus necesidades diarias de agua con agua contaminada de ríos y lagos. Poder comprar agua potable sólo es económicamente posible para algunos de los aproximadamente 50 millones de kenianos.

Pero incluso cuando se perforan pozos y se bombean aguas subterráneas para proporcionar a la población agua potable más allá de las aguas superficiales contaminadas, existen riesgos ocultos para la salud. Mientras que la contaminación del agua de ríos y lagos suele ser visible a primera vista, las aguas subterráneas suelen parecer limpias, insípidas y, por tanto, inofensivas. De hecho, en muchas zonas de Kenia, el consumo a largo plazo supone un riesgo: las altas concentraciones de flúor.

Las aguas subterráneas, no sólo en Kenia, sino en gran parte del Valle del Rift, en el noreste de África, tienen un contenido tan elevado de flúor que muchas personas sufren los efectos de la fluorosis dental y ósea.

Las graves enfermedades del esqueleto, que afectan sobre todo a los niños en crecimiento, están resultando una carga adicional a largo plazo para la población pobre de Kenia y otros países del Valle del Rift, como Etiopía, Tanzania, Uganda y Ruanda.

En numerosos proyectos ejecutados con éxito, Harbauer Limited demuestra en Kenia cómo se pueden limpiar las aguas subterráneas con medidas sencillas y el uso del adsorbente especial HAPaqua, se puede reducir drásticamente la concentración de fluoruro y disponer de agua potable limpia.

Muchos de nuestros sistemas se alimentan de paneles solares y, por tanto, funcionan independientemente de la red eléctrica local. Esto permite instalar los sistemas en regiones remotas y ofrece la posibilidad de tratar el agua de forma climáticamente neutra.

Nuestro equipo en la planta de Nakuru produce el granulado filtrante HAPaqua in situ en Kenia, lo suministra en filtros domésticos y construye estaciones de filtrado con capacidades de hasta 4,0 m³/h para el abastecimiento descentralizado de la población en zonas rurales.

En las siguientes páginas puede encontrar más información sobre nuestros proyectos actuales y las ventajas del HAPaqua en comparación con los procesos de limpieza convencionales.